En este post comentamos algunos aspectos del concepto de «flujo» («flow», en inglés)psicológico obtenidos del libro «Flow» del psicólogo estadounidense M Csiksezentmihalyi en lo que puede implicar al tema de los hobbies.
El flujo -también denominado experiencia óptima- es un estado psicológico o de la mente en que nos centramos en algo muy concreto, de manera positiva, de tal modo que olvidamos lo demás, incluidos pensamientos o sentimientos negativos. En este sentido es algo beneficioso para el estado mental y emocional. Cuando más frecuentemente se experimente dicho estado flujo mejor será para la calidad de vida del sujeto. El flujo ayuda a diferenciar nuestro yo básicamente porque superar la dificultad que supone alcanzar la situación de flujo es algo constructivo para nuestra personalidad. Estos conceptos están basados en estudios y encuestas psicológicos en una amplia muestra de población.
El flujo es algo que depende principalmente de nosotros mismos, de nuestra actitud y un cierto entrenamiento y contrasta con los estímulos psicológicos que provienen de circunstancias externas como, por ejemplo, objetos comprados. El flujo puede ocurrir al jugar un partido de raqueta competido, al leer un libro nuevo e interesante o al escalar una pared. También ocurre en el trabajo y en las relaciones personales.
El flujo se suele alcanzar cuando se emprenden tareas que nos suponen un cierto desafío, nos podemos concentrar en ello, tenemos una meta clara, se acompaña de sensación de control de nuestras acciones y, paradójicamente, durante la experiencia perdemos la conciencia de nosotros mismos y el paso del tiempo cambia y se hace más rápido.
El flujo suele aparecer en el espacio que media entre actividades aburridas, que no suponen ningún desafío y están por debajo de nuestras capacidades y actividades que angustian por su excesiva dificultad, casi inalcanzables. Aunque al principio el flujo puede no conllevar placer, posteriormente si produce una sensación de satisfacción y plenitud. Por otro lado la búsqueda excesiva u obsesiva de flujo puede llegar a ser perjudicial.
Ligada al flujo esta la denominada esperiencia autotelica, es decir que la propia acción es el fin en si misma. Aunque se haya iniciado por otras razones dicha acción es intrínsecamente satisfactoria.
Como se puede ver, varios de los elementos del flujo y de la experiencia autotélica coinciden con la definición de los hobbies, es decir actividades cuya principal finalidad es disfrutar de la propia actividad. Los estudios de flujo vuelven a señalar que una de las principales actividades de ocio ,ver la TV y pantallas es bastante pobre como experiencia generadora de flujo, que precisa de una actitud algo más activa o participativa.
Aunque el flujo depende principalmente de la actitud, hay muchos elementos que influyen el él, como la personalidad, las circunstancias sociales, educativas y económicas. Como con tantos otros elementos de la personalidad la infancia es el periodo básico para desarrollar la capacidad de alcanzar el flujo de forma adecuada, a través del entorno, la educación y el ejemplo.
Para alcanzar la experiencia optima hay que tener una meta suficientemente atractiva y a la que dedicarse con claras reglas de acción y con concentración, aunque dicha meta, posteriormente carece de importancia y es básicamente un medio. La persona busca como integrarse en valores del grupo y posteriormente reflexiona sobre si misma para, al final comprenderse tanto como individuo como parte de la sociedad. Este proceso requiere aplicar energía para buscar nuestras características más complejas y enriquecedoras. Este no es un camino fácil y hay que tener ideas claras y perseverancia.
En resumen, el flujo es un estado de la mente, basado en intensa concentración y que, cuando es debido a circunstancias agradables, como puede ocurrir durante la práctica de diversos hobbies., es beneficioso a nivel psicológico,
M Csikszentmihalyi. , Flow, the psychology of optimal experience. Harper Modern Classics. 2008