En este post debatimos sobre los hobbies que pueden practicar las personas enfermas.
En primer lugar, señalar que, aunque tienen puntos en común, no es lo mismo discapacidad o limitaciones que enfermedad crónica. Básicamente la discapacidad es la consecuencia de la enfermedad, o de un accidente, muy a menudo en forma de secuela.
Algunas enfermedades de larga duración pueden limitar para la práctica de hobbies en diversos sentidos. Por otro lado las personas enfermas se pueden beneficiar especialmente de tener uno o varios hobbies, especialmente si la enfermedad les fuerza a tener mucho tiempo libre. Ya hemos comentado en otra entrada como los hobbies pueden ser de ayuda en algunas enfermedades.
En las personas enfermas se pueden plantear básicamente dos situaciones. 1- que tuvieran hobbies que la aparición o progresión de la enfermedad les dificulta o impide practicar. 2- que no tuvieran hobbies, pero que el aumento de tiempo libre como consecuencia de la enfermedad les lleve a planteárselos. En el primer caso el paso inicial sería valorar la posibilidad de adaptar el hobby a las limitaciones que plantea la enfermedad. En el segundo caso, y también como alternativa en el primero, habrá que buscar un hobby que la situación de la persona permita realizar.
En las enfermedades crónicas hay dos elementos principales a tener en cuenta. Por un lado las molestias y limitaciones físicas y por otro las psicológicas y emocionales. Estas últimas pueden ser las únicas en el caso de enfermedades mentales. Además habrá que considerar la evolución de la enfermedad, que puede ser estable, ir a mejor, a peor o ir por temporadas.
Por lo dicho previamente es importante disponer de una adecuada información médica que proporcione una perspectiva de las repercusiones de la enfermedad y, por otro lado, estar informado de las características y requerimientos físicos y psíquicos de los diversos hobbies.
Asimismo hay que contar con que la capacidad de adaptación y superación de algunas personas les permite alcanzar metas que a otras les parece imposible. De aquí la importancia de personalizar al máximo la modificación o elección de hobbies. Además de la opinión de la propia persona son importantes las recomendaciones de los profesionales sanitarios, monitores o profesores y de familiares y amigos.
Podemos, pues, intentar algunas sugerencias para orientar la práctica de hobbies en personas con enfermedades lo suficientemente importantes para que repercutan en su vida habitual.
1-Valorar por parte del personal sanitario que atiende al enfermo el grado de limitación física y psíquica derivado de la enfermedad, su pronóstico, las contraindicaciones que puedan tener ciertas actividades sobre la enfermedad y, por otro lado señalar aquellas que puedan ser beneficiosas.
2- Valorar por el propio aficionado si prefiere adaptarse a una forma “ligera” o tolerable para su problema, de su hobby previo, cambiar por uno alternativo o empezar uno nuevo más compatible con su enfermedad.
3-Valorar por parte de profesores, monitores o personas que conozcan bien al hobbista sus capacidades básicas y sus deseos, para readaptar lo más eficientemente posible sus aficiones .
Por ejemplo, una persona de 50 años, cuya afición principal es correr, comienza con una enfermedad crónica de una rodilla, sin un tratamiento muy útil (por ejemplo artrosis moderada o lesiones más complejas) y que hace que le duela cuando corre. Una posibilidad, la más sensata, dentro de un hobby de actividad física, es que cambie correr por algo parecido, que cargue menos la rodilla, como es andar deprisa, en paseo, nordic walking o senderismo suave . Puede probar bicicleta suave que también carga menos la rodilla, o remo. Un cambio más drástico es hacer fitness y gimnasia, Pilates o yoga. Es importante destacar que estos consejos se basan mas en la lógica que en estudios científicos concretos (UpToDate:Management of knee osteoarthritis, LA Deveza 2021). Para estos cambios es importante que cuente con la opinión del médico y, si es posible , de monitores o profesores de las disciplinas nuevas. Por supuesto puede reorientarse a cualquier otro de los muchísimos hobbies que no requiera especial carga de rodilla.
En las personas con enfermedades parece importante buscar una adaptación a sus antiguos hobbies, o sustituirlos por nuevos adecuados a situación, ya que para dichas personas el tener un hobby puede ayudarlas a sobrellevar mejor su situación.
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