En el post anterior hablabamos de los hobbies que NO sirven para ayudar y otros cuya sola práctica sirve para ayudar.
En un lugar intermedio están aquellos hobbies que por alguna de sus características pueden tener consecuencias positivas sobre los demás. Dentro este grupo se pueden destacar aquellos hobbies que se practican con otras personas. Es posible que estas personas se beneficien indirectamente de que alguien comparta su hobby con ellas, como ocurre especialmente con niños, mayores o grupos vulnerables. Dentro de este tipo de hobbies sencillos y participativos están los juegos: de cartas, de fichas, de mesa y juegos suaves y de grupo como la petanca o el croquet.
Otra forma de ayuda es la que se realiza cuando el hobby que se practica distrae o divierte a los demás, como ocurre con las producciones teatrales , la magia, o las actuaciones musicales,cantadas o con instrumentos; especialmente si se realizan para colectivos más vulnerables, como personas en residencias o en hospitales. También entrarían en esta categoría actividades como las carreras solidarias, ya sean corriendo o en bicicleta.
Por último, también se podrían considerar algunos hobbies útiles cuando dicha utilidad va dirigida a los demás. Esto puede ocurrir con el bricolaje, la costura, las labores , la decoración , diseño de ropa o la cocina, si lo que producimos en estos hobbies se lo ofrecemos a amigos o conocidos, que se benefician de nuestras realizaciones.
En resumen, muchos hobbies nos pueden facilitar el ayudar a los demás, pero ya la práctica adecuada de cualquier hobby puede tener una repercusión positiva en otras personas o en la sociedad.
Pero, como en casi todo, hay un lado negativo y, al margen de ayudar a los demás, ciertos hobbies pueden hacer que molestemos a otras personas; algo que trataremos en la otra entrada.