En este post debatimos sobre la necesidad o no de marcarse metas para disfrutar más de nuestro hobby.
El tema de las metas en los hobbies está comentado en la entrada sobre «un problema de los hobbies creativos». En él nos referíamos a la necesidad de contar a veces con un espectador con el que poder compartir la producción fruto de nuestra creatividad. Esta necesidad era algo adicional al concepto estricto de hobby, cuya única finalidad es que el que lo practica se lo pase bien realizándolo.
Es decir, el hecho de pintar un cuadro debería ser satisfactorio en si mismo y la necesidad de enseñarlo y compartir comentarios con otros no debería considerarse imprescindible. Pero muchas veces lo es. Es decir , se pinta por placer, pero existe la meta añadida de compartirlo con otros. Hay muchas otras metas que pueden condicionar la práctica del hobby, y a veces convertirse en esenciales como elemento motivador.
Dentro de estas metas se pueden destacar:
-Competir. Hay personas que para estimularse necesitan contrastar, compararse, competir. Competir no quiere decir necesariamente querer ganar, pero este es un estímulo añadido para muchas personas.
-Mejorar, superarse. A veces la competición es con uno mismo y lo que se pretende es ir realizando mejor la actividad, sea del tipo que sea. Esto es frecuente en hobbies creativos o deportivos .
-Alcanzar objetivos complementarios como son: mejorar la salud, mejorar las relaciones sociales, ser útil a los demás, etc…..
Como hemos señalado en los apartados de cómo mantener un hobby, el ponerse metas puede servir de estímulo añadido y ayudar a seguir con ilusión o entusiasmo. En ocasiones, al igual que en el trabajo, las metas vienen impuestas por otros (entrenador, director….), como sucede en determinadas situaciones; por ejemplo si jugamos un deporte en un equipo de aficionados o participamos en un coro o un teatro aficionado.
En los hobbies, en general, las metas nos las tenemos que marcar nosotros mismos. Esto, que por un lado tiene la ventaja de que nos podemos tratar de manera personalizada amable, por otro lado exige un cierto esfuerzo de imaginación y de voluntad ya que supone un «trabajo». También hemos comentado que es recomendable que, en el caso de existir, las metas no sean ni muy fáciles ni muy exigentes. Por ejemplo, compararse con profesionales puede producir cierto desánimo en lugar de estímulo.
En resumen, es conveniente que nos aclaremos respecto a si nos interesa mucho, poco o nada, plantearnos, o que nos planteen, metas en nuestros hobbies, ya que pueden interferirnos o, al contrario, servirnos de estímulo.
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